Me gustan los muñecos de nieve...
me inspiran ternura,
con su nariz de zanahoria...
y su bufanda,
como si la nieve necesitara abrigarse.
Algunas veces también les ponemos botones...
y una sonrisa hecha con un palito,
humanizándolos un poquito mas.
El año pasado cayó nieve en el jardín de la casa de mis cuñados...
e hicieron uno muy divertido...
era agradable verlo desde casa, bien abrigaditos y con
la calefacción a tope.
Porque la nieve mola, pero está tan friiiiiiiaaaa....
En la previsión del tiempo para el finde, que dieron en las noticias
de la tele hoy,
anunciaban nieve a cotas de 500 metros,
pueden ser buenos días para acercarnos a algun pueblito nevado
y jugar un rato a tirarnos bolas...aunque siempre pierda yo
y me lleve el doble de bolazos. Me pongo nerviosa porque quiero
hacer los proyectíles helados más rápido que mi marido, y acabo bombardeada.
Hasta que cuando me puedo parar de reir, le obligo a que se deje ganar
y lo acribillo un poco en sucia venganza marital...
En diciembre, voy a dar dos cursos de muñecos navideños,
si os apetece información visitad este blog:
GRACIAS y besinos.